Pensando en este tema tan amplio como complejo elegí quizás caer en el simplismo, en función de poder transmitir conceptos más claros y accesibles, ya que en última instancia este blog no tiene por finalidad la divulgación científica, sino expresar tan solo reflexiones personales acerca de temas relacionados con el vivir humano.
Quisiera rescatar algunos aspectos acerca de la palabra que nos recuerdan cuan importante son en nuestra vida y en cierta forma cuestionar y disentir acerca de que “ las palabras se las lleva el viento”.
Desde lo antropológico, social y cultural la palabra ha permitido al hombre diferenciarse de las otras especies de este planeta. En el ámbito de lo humano, funciona como un estructurador psíquico, nos da acceso al mundo simbólico, a modo de ejemplo para entender este aspecto, diría que la misma permite expresar cosas no tangibles como la alegría, la pena, el amor y el deseo.
Através de las mismas podemos “curar” o hacer verdaderos estragos sin necesidad de apelar a recursos físicos.
Es una condición que en aquello que ha traumatizado al sujeto y lo hace sufrir generalmente nos encontramos con la ausencia de la palabra, con un vacío.
Cuando la palabra se rompe, no solo en el ámbito de la psicología, sino también en lo cotidiano hay una sensación que algo se derrumba y deja de existir. ¿Cómo nos hemos sentido alguna vez por no cumplir nuestra palabra o que otro haya faltado a la suya?
La palabra nos compromete, permite crear, relacionarnos con otros y ser civilizados, dejando de lado la barbarie. Como he dicho también permite “curar o aliviar las dolencias del alma” (no es por casualidad que a la iglesia se va a escuchar la palabra de Dios), pude ser símbolo de una caricia o de el mango de un puñal.
Volvamos a recuperar el valor de algo que nos hacer SER-HUMANO
Quisiera rescatar algunos aspectos acerca de la palabra que nos recuerdan cuan importante son en nuestra vida y en cierta forma cuestionar y disentir acerca de que “ las palabras se las lleva el viento”.
Desde lo antropológico, social y cultural la palabra ha permitido al hombre diferenciarse de las otras especies de este planeta. En el ámbito de lo humano, funciona como un estructurador psíquico, nos da acceso al mundo simbólico, a modo de ejemplo para entender este aspecto, diría que la misma permite expresar cosas no tangibles como la alegría, la pena, el amor y el deseo.
Através de las mismas podemos “curar” o hacer verdaderos estragos sin necesidad de apelar a recursos físicos.
Es una condición que en aquello que ha traumatizado al sujeto y lo hace sufrir generalmente nos encontramos con la ausencia de la palabra, con un vacío.
Cuando la palabra se rompe, no solo en el ámbito de la psicología, sino también en lo cotidiano hay una sensación que algo se derrumba y deja de existir. ¿Cómo nos hemos sentido alguna vez por no cumplir nuestra palabra o que otro haya faltado a la suya?
La palabra nos compromete, permite crear, relacionarnos con otros y ser civilizados, dejando de lado la barbarie. Como he dicho también permite “curar o aliviar las dolencias del alma” (no es por casualidad que a la iglesia se va a escuchar la palabra de Dios), pude ser símbolo de una caricia o de el mango de un puñal.
Volvamos a recuperar el valor de algo que nos hacer SER-HUMANO
maravilloso!!!
ResponderEliminarun placer leer lo que escribis, tengo la suerte de saberte tan geniuno como para entender que ésto de lo que hablas, es nada mas ni nada menos que lo que pensas!
Beso Facu!!!!!