Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2011

Sostener los problemas propios y ajenos

Unas de las tantas cosas que hacemos los seres humanos es dar vida y sostener aquello que muchas veces nos daña. Con bastante frecuencia me encuentro en la consulta psicológica con individuos que padecen de un determinado problema, se quejan; les causa sufrimiento y tristeza, pero al mismo tiempo les es bastante dificultoso salir de la situación en cuestión. En general el hombre padece de una cierta “miopía” respecto a sus propios problemas y también en relación a aquellos que no le son propios pero que le afectan. Comúnmente resulta más fácil, señalar al otro como aquel que no puede cambiar, o responsabilizar al azar o a la vida de dicha situación. Cada vivencia que uno tiene, sea buena o mala, es tambien  producto de lo que uno construye, los lugares que elije ocupar y sostener. Un ejemplo bastante típico, son las relaciones familiares o afectivas, cuando no laborales, de carácter disfuncional, en el cual aparece un hostigador que castiga y hostigado que padece. Sea cual fuere el

Depresión

Los seres humanos tenemos la costumbre de rotular las cosas, de poner etiquetas, tanto a los demás cómo a nosotros mismos. Esto en cierta medida es una función natural que tiene nuestro cerebro para poder organizar la información y tener un orden. En muchos casos, como por ejemplo cuando nos sentimos mal y no sabemos que nos pasa, una forma de mitigar la angustia y la incertidumbre es rotular con el nombre de una patología aquello que nos pasa. Con frecuencia llega a mi consultorio personas que al preguntarles que les pasan, arrancan diciendo “estoy deprimido” o “vengo a acá porque tengo depresión”. Estas cuestiones  si bien es un intento fallido de poder poner en palabras los que no pasa, muchas veces generan una mayor cantidad de fantasías de enfermedad y un aumento ansiedad. La Depresión como tal debe diferenciarse de otros trastornos del ánimo como por ejemplo la tristeza, una situación de duelo, estrés, otros tipos de síndromes o crisis evolutivas cómo la adolescencia, la m