La Ansiedad
es una palabra que deriva del latín anxietas que significa angustia, aflicción.
Podemos decir a grandes rasgos que está ha tenido una función muy importante en
la supervivencia del ser humano, en tanto prepara al cuerpo y al psiquismo del
sujeto para enfrentar situaciones potencialmente peligrosas como una agresión,
la defensa o la huida.
Este tipo
de respuesta emocional engloba
también mecanismos físicos como tensión muscular, aumento del ritmo cardiaco,
sudoración, etc. Mecanismos cognitivos que en niveles normales permiten
agudizar nuestros sentidos.
Se produce
una híperactivación del Sistema Nervioso Central, esto quiere decir que hay una descarga mucho
mayor de adrenalina poniendo todo nuestro sistema en alerta.
En
situaciones de la vida cotidiana la ansiedad puede ser una señal saludable en
tanto se establezca un circuito que comience y termine. Lo podría graficar de
la siguiente manera.
SITUACIÓN -
ALERTA – RESPUESTA ADAPTATIVA- BAJA DE TENSIÓN.
Por ejemplo
camino por la calle, veo un robo, me alejo corrido del peligro, me siento mas
seguro y me tranquilizo.
Ahora bien
hoy en día la Ansiedad se ha convertido en una patología en ya que esta aparece
en niveles patológicos, o sea que se activa en situaciones en las cuales no
existe un verdadero peligro o su respuesta se da en un circuito en el cual se
da un estado de alerta tan alto que no se produce una respuesta adaptativa sino
por el contrario aparecen síntomas que pueden llegar a paralizar al sujeto en
su vida cotidiana.
Actualmente
las ultimas estadísticas indican que aproximadamente el 20 % de la población
mundial padece algún tipo de trastorno de ansiedad.
Dentro de
estos tipos de trastornos encontramos: Las fobias, los ataques de pánico, el
trastorno obsesivo-compulsivo, el TAG (Trastorno de ansiedad generalizada),
etc.
Sería
engorroso y poco pedagógico describir detalladamente cada uno de ellos, por lo
cual solo me limitare a hacer una descripción de los síntomas más comunes de la
ansiedad.
Síntomas
motores: Hiperactividad, temblores, rigidez o debilidad muscular, inquietud,
contracturas, parálisis de extremidades.
Síntomas
neurovegetativos: Taquicardia, Taquiapnea (aumento de la frecuencia
respiratoria que termina provocando hiperventilación, mareos. Midriasis,
aumento de la pupila que puede provocar visión borrosa. También encontramos
sensaciones de ahogo, sofocamiento, sudoración en frío.
Síntomas
del lenguaje: Tartamudeo o Lenguaje ansioso.
Síntomas
gastrointestinales: Diarrea, nauseas, vómitos, dolor abdominal.
Síntomas
genitourinarios: Frigidez, eyaculación precoz, enuresis, micciones, impotencia
sexual.
Síntomas
subjetivos: Miedo, preocupación, inseguridad, sensación de muerte, pensamientos
negativos, estados de confusión.
Muchos de estos síntomas se presentan de manera conjunta y convinada, con una recurrencia tal que impide al sujeto llevar una vida normal, restringiendolo progresivamente cada vez mas en sus tareas cotidianas
Tratamiento:
En casos muy graves se debe realizar un tratamiento psicológico combinado con
la administración de psicofármacos en un principio, para que los niveles de
ansiedad se estabilicen y el sujeto pueda ir encontrando los medios para poder
controlarla. Es importante recordar que la medicación debe ser administrada por
un médico psiquiatra y no por otro profesional de otra especialidad, ya que no
todos los trastornos de ansiedad requieren la misma medicación.
En casos
leves o de mediana intensidad la psicoterapia y en especial aquellas que
aplican herramientas cognitivas conductuales dan un buen resultado en el
mediano y corto plazo.
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