Cuanta gente sufre de soledad por no encontrar su otra mitad… Este mito de que el amor es entre otras cosas encontrar la otra mitad que nos corresponda es una idea que proviene del pensamiento griego y las ideas judeo-cristianas de lo que es el amor entre dos seres que forman una “pareja”.
Lamentablemente este mito no deja de cobrar sus victimas en aquellos que adherimos a un pensamiento y cultura occidental. Debo confesar que de lo oriental conozco poco y nada.
Es una idea que fomenta la ilusión de la completud y atenta contra las diferencias culturales, sociales, educativas y afectivas con las cuales debemos enfrentarnos y conciliar al momento de formar una pareja.
Proyectos diferentes, familias, valores, costumbres, códigos, utopías distintas a las nuestras.
Desde chicos nos trasmiten “el ser el uno para el otro”, cuando en realidad nos lleva muchos años a nosotros mismos conocernos en esencia, descubrir que queremos y esperamos de nosotros mismos y de los demás.
Esta idea quita lo maravilloso de las diferencias, de lo distinto, de la posibilidad de aprender a convivir con aquello que me es ajeno.
El “amor” en la pareja es un trabajo como cualquier otro es cierto aspecto, necesita tiempo, dedicación y trabajo; además de una gran cuota de apertura para respetar otros puntos de vista.
Solo se crece y evoluciona en la diversidad, de hecho ya en el mundo natural las especies que más han evolucionado, incluido el hombre, son aquellas que han podido reproducirse entre animales de la misma especie pero de diferentes géneros, tribus o familias.
Por último debo sincerarme y decir que yo tampoco escapo por completo a las consecuencias de esta idea mítica de la media naranja y ustedes??????????
Lamentablemente este mito no deja de cobrar sus victimas en aquellos que adherimos a un pensamiento y cultura occidental. Debo confesar que de lo oriental conozco poco y nada.
Es una idea que fomenta la ilusión de la completud y atenta contra las diferencias culturales, sociales, educativas y afectivas con las cuales debemos enfrentarnos y conciliar al momento de formar una pareja.
Proyectos diferentes, familias, valores, costumbres, códigos, utopías distintas a las nuestras.
Desde chicos nos trasmiten “el ser el uno para el otro”, cuando en realidad nos lleva muchos años a nosotros mismos conocernos en esencia, descubrir que queremos y esperamos de nosotros mismos y de los demás.
Esta idea quita lo maravilloso de las diferencias, de lo distinto, de la posibilidad de aprender a convivir con aquello que me es ajeno.
El “amor” en la pareja es un trabajo como cualquier otro es cierto aspecto, necesita tiempo, dedicación y trabajo; además de una gran cuota de apertura para respetar otros puntos de vista.
Solo se crece y evoluciona en la diversidad, de hecho ya en el mundo natural las especies que más han evolucionado, incluido el hombre, son aquellas que han podido reproducirse entre animales de la misma especie pero de diferentes géneros, tribus o familias.
Por último debo sincerarme y decir que yo tampoco escapo por completo a las consecuencias de esta idea mítica de la media naranja y ustedes??????????
Querido Facu, muy acertada la dicotomia entre las que nos dividimos a la hora de consolidar una pareja. Creo que no podemos escapar al mito, esta bueno ser conciente de esto para que ese prejuicio no te haga alejar a alguien diferente que no por serlo, quiera decir que no sea complementario.
ResponderEliminarHay diferencias que encajan con uno y otras que no.
Creo que la otra mitad te esta buscando, pese a diferencias que tuvieron en el pasado. Estaria bueno que le des y te des otra oportunidad.
Saludos desde Avellana, yo por mi parte sigo esperando a mi diferente otra mitad.
Beso