En los últimos tiempos he retomado algunos de mis pasatiempos, entre ellos las clases la jardinería, he plantado maíz y zapallos en el pequeño patio de mi casa.
Primero he comenzado por comprar las semillas, armar los almácigos, esperar que crezcan y posteriormente transplantar los brotes a lugares un poco mas grandes. Con suerte el mes que viene tendré que ya ubicarlas en su lugar definitivo y en 60 días mas empezar a ver los primeros brotes de choclos y zapallos.
Una de la cosas a las que nos ha acostumbrado el vivir en una sociedad de consumo es perder la noción del tiempo, la real dimensión del proceso por el cual debe atraviesa aquello que compramos, no pudiendo tener en cuenta además los factores que pueden retrasarlos o hasta echarlo a perder como el exceso de agua o calor.
Creo que este simple ejemplo sirve para poder pensar la vida en estos términos, muchas veces me pasa de encontrarme con pacientes que buscan soluciones mágicas a problemas que se vienen sosteniendo hace varios años.
Justamente la terapia se trata de hacer un proceso, en cual entre otras cosas primero se debe preparar el terreno, unas de las formas posibles creo yo es pudiendo conectarse con la dimensión temporal de las cosas.
Entender las cosas como proceso es ir haciendo un recorrido encontrando algo de sus orígenes, las semillas por decirlo de una manera metafórica. Como se sostienen en el aquí y ahora, que estamos haciendo para que aquello que nos sucede siga sucediendo. Por ultimo poder proyectar un futuro de manera diferente, en el cual yo incluyo el deseo de no volver a padecer más tal o cual cosa, el querer plantar nuevas semillas y saber esperar que crezcan.
Estos planteos de no entender y tolerar los procesos no escapan a cuestiones de pareja, relaciones familiares o proyectos laborales y creo que una de las secuelas que ello deja es a un individuo en el cual el presente es interferido por el pasado o los conflictos, sin posibilidad de disfrutar del aquí y ahora no pudiendo mirar el mañana.
Hasta la próxima.
Primero he comenzado por comprar las semillas, armar los almácigos, esperar que crezcan y posteriormente transplantar los brotes a lugares un poco mas grandes. Con suerte el mes que viene tendré que ya ubicarlas en su lugar definitivo y en 60 días mas empezar a ver los primeros brotes de choclos y zapallos.
Una de la cosas a las que nos ha acostumbrado el vivir en una sociedad de consumo es perder la noción del tiempo, la real dimensión del proceso por el cual debe atraviesa aquello que compramos, no pudiendo tener en cuenta además los factores que pueden retrasarlos o hasta echarlo a perder como el exceso de agua o calor.
Creo que este simple ejemplo sirve para poder pensar la vida en estos términos, muchas veces me pasa de encontrarme con pacientes que buscan soluciones mágicas a problemas que se vienen sosteniendo hace varios años.
Justamente la terapia se trata de hacer un proceso, en cual entre otras cosas primero se debe preparar el terreno, unas de las formas posibles creo yo es pudiendo conectarse con la dimensión temporal de las cosas.
Entender las cosas como proceso es ir haciendo un recorrido encontrando algo de sus orígenes, las semillas por decirlo de una manera metafórica. Como se sostienen en el aquí y ahora, que estamos haciendo para que aquello que nos sucede siga sucediendo. Por ultimo poder proyectar un futuro de manera diferente, en el cual yo incluyo el deseo de no volver a padecer más tal o cual cosa, el querer plantar nuevas semillas y saber esperar que crezcan.
Estos planteos de no entender y tolerar los procesos no escapan a cuestiones de pareja, relaciones familiares o proyectos laborales y creo que una de las secuelas que ello deja es a un individuo en el cual el presente es interferido por el pasado o los conflictos, sin posibilidad de disfrutar del aquí y ahora no pudiendo mirar el mañana.
Hasta la próxima.
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