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Llegan las Fiestas pero… no siempre sentimos que hay motivos para festejar.



Se acercan las fiestas y como todo fin nos moviliza, algunos lo viven con alegría y otros pueden sentir angustia y ansiedad frente a situaciones que están atravesando y que sensibilizan más en esta época del año.

Entre algunos motivos aparecen:
·         La falta de acuerdo en el momento de decidir con quienes compartir
·         La ausencia de un ser querido
·         El haber tenido un año no tan bueno, que nos deja un balance poco favorable.

Hoy comparto con ustedes algunas reflexiones sobre estos ítems, que pueden contribuir a descubrir otra mirada, para intentar disfrutar de estas fiestas.

Situaciones familiares no resueltas, disputas afectivas o viejos rencores. El dilema de con quién pasar las fiestas muchas veces genera tensión provocando irritabilidad  y mal humor:

       Una de las ventajas de la vida adulta es la libertad de elección y el tener la posibilidad de construir acuerdos. El saber decir que “no” se convierte en una herramienta para preservar los vínculos y evitar forzar situaciones con consecuencias más negativas que rechazar una invitación.
Organizarnos con tiempo y pensando con quienes tenemos verdaderas ganas de compartir, sin la necesidad de querer conformar a todo el mundo, es una conducta saludable.

Por tradición se reúnen a la familia y los afectos, y es allí donde se hacen más evidentes las separaciones, las ausencias o el fallecimiento de algún ser querido:

        Más allá de los matices que pueda tener cada situación en particular, lo importante es no tratar de ocultar lo que se siente y poder manifestarlo sin miedo al dolor compartiéndolo, y a su vez apreciando y dando valor a los seres queridos que siguen estando presentes en nuestra vida. 

Las  personas que han pasado por situaciones difíciles durante el año generalmente al finalizarlo hacen un balance negativo que puede empañar el motivo de festejar:

       Pensemos a la vida en forma dinámica, aceptarla de este modo nos convierte en personas propensas a los cambios favorables. Es importante hacer hincapié en los logros y convertir los errores en aprendizajes. Con esfuerzo personal siempre tendremos una oportunidad nueva de hacer y vivir de manera diferente.

Rescatemos la verdadera esencia de las Fiestas, el nacimiento de algo nuevo, la reunión con los otros y el compartir sanamente.
Aprovecho este espacio para desearles unas felices fiestas en paz, con alegría y llenos de fuerza vital para iniciar el nuevo año. Salud!

Lic. Facundo Alvarez

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